Problemas más comunes y como resolverlos.

Las tarántulas son animales muy diferentes de todos los que estamos acostumbrados a mantener en nuestras casas. Si bien son poco demandantes, requieren de algunas características básicas para mantenerse saludables. Sin embargo, aunque las mantengamos en óptimas condiciones puede que haya ocasiones en que alguno de nuestros ejemplares presente algún padecimiento o enfermedad. En estos casos es bueno estar informado acerca de cómo actuar en estas circunstancias y hacer lo posible porque nuestra tarántula se encuentre bien y a gusto en nuestras manos.

Deshidratación. Es uno de los problemas más comunes que se pueden encontrar en ejemplares recién adquiridos o que han sido descuidados. Puede venir acompañada de una desnutrición, sin embargo, la característica más notoria de la deshidratación es la poca movilidad de las extremidades, movimientos muy lentos o torpes, un abdomen pequeño con algunas arrugas y poca o nula producción de seda. En casos extremos la tarántula puede incluso perder la movilidad de sus patas y poseer un abdomen arrugado muy similar a una pasa.

Las tarántulas que provienen de importaciones, capturas del medio silvestre o que han viajado grandes distancias pueden presentar signos de una leve deshidratación, por lo que al adquirirlas es indispensable que su terrario cuente con un sitio en el cual puedan beber.

En caso de deshidratación leve, bastará con dejarle un recipiente de agua a la tarántula, ella se dirigirá a el y beberá hasta quedar satisfecha. Para los casos de deshidratación severa, debemos ayudar a la tarántula a beber. La colocaremos con el prosoma sumergido en un pequeño recipiente de agua de no más de 1cm de profundidad por al menos 45 minutos. Debemos monitorear constantemente a la tarántula para evitar que su opistosoma quede dentro del agua, pues podría ahogarse si sus libros respiratorios quedan cubiertos por ella. Después de unas horas notaremos una mejoría considerable, o en casos más severos quizá en un par de días, de cualquier manera siempre hay que seguir vigilando el estado general de nuestro ejemplar durante al menos cinco días.

El abdomen se achica y arruga durante una deshidratación severa.
Siempre hay que tener agua limpia disponible.

Desnutrición. Las tarántulas son unos organismos que presentan un metabolismo muy bajo. Sus requerimientos calóricos son mínimos comparados con los de un pequeño mamífero del mismo tamaño. Este hecho hace que puedan presentar largos periodos de ayuno que pueden ir desde unos días hasta meses. Cuando es la tarántula la que decide en que momento y que cantidad estos periodos de ayunos son parte normal de su actividad fisiológica. Pero si son provocados por descuidos en el cuidado, estrés, factores ambientales u otras circunstancias debemos estar prevenidos.

Es posible que una tarántula deshidratada también este desnutrida, pero no siempre una tarántula desnutrida esta necesariamente deshidratada. Pues puede que siga bebiendo agua sin probar alimento. En caso de desnutrición el opistosoma presentara su forma redondeada, pero de un tamaño más pequeño que el del prosoma (como regla general una tarántula bien alimentada deberá tener al menos del mismo tamaño el prosoma y opistosoma).

Cuando se presenta un signo de que la tarántula no tiene apetito debemos seguir ofreciendo algún grillo de preferencia al atardecer. Dejaremos este grillo durante toda la noche en el terrario y a la mañana siguiente revisaremos si lo comió o aún sigue vivo. Si aún vive el grillo, lo sacaremos del terrario e intentaremos ofrecerlo nuevamente por la tarde. Si esto no funciona, no hay que desistir; hay que ofrecer el grillo cada tercer día por la tarde esperando que la tarántula lo coma.

Cuando la tarántula está muy debilitada podemos ofrecer el grillo con sus órganos y fluidos expuestos. Colocándolo lo más cerca posible de la tarántula y esperando que a la mañana siguiente ya haya sido devorado. En estos casos hay que ser paciente, no desesperar y seguir insistiendo.

Tarántula con desnutrición, abdomen muy pequeño.
Las crías pueden alimentarse con patas de grillo o partes de otros insectos si no hay grillo pequeño.
Ruptura de opistosoma por caida.
Se pueden sellar heridas pequeñas usando banditas liquidas o cianoacrilato.

Tratamiento de heridas. En ocasiones sucede que una tarántula sufre alguna caída y se lastima alguna pata o el abdomen, quedando expuesta una herida abierta a través de la cual la hemolinfa se va perdiendo. Si la herida no es muy severa entonces la hemolinfa se secará y sellará la herida por sí sola, nosotros únicamente monitorearemos que nuestro ejemplar este bien y no haya otras zonas por las que este sangrando. En este caso bastará con que dejemos reposar nuestro ejemplar por al menos cinco semanas sin que lo manipulemos.

Por el contrario, si la herida es más severa, la forma más segura de proceder para evitar un desangramiento de nuestro ejemplar será el sellar la herida. Para realizar este procedimiento es recomendable que bajemos el ritmo cardiaco y metabolismo de nuestro ejemplar a fin de restringir su movimiento y poderlo manipular adecuadamente. Una forma segura de poder hacerlo y que es accesible en cualquier hogar es la de colocar a nuestra tarántula en el refrigerador por aproximadamente cinco minutos. Debemos monitorear su estado cada minuto para corroborar que se encuentra bien. Una vez que la tarántula es manejable colocaremos un poco de papel sanitario o un pedazo de papel absorbente sobre la herida a fin de que se contenga un poco la hemorragia y evitemos que la herida pueda hacerse más grande. Posteriormente y con sumo cuidado aplicaremos sobre el papel un poco de pegamento de cianoacrilato o líquido para sellar heridas e inmediatamente después colocaremos otro pedazo de papel sobre el anterior. Repetiremos esta acción al menos 4 veces para poder obtener un parche consistente que selle bien la herida.

Si el procedimiento fue realizado adecuadamente la tarántula dejara de sangrar y sanara su herida. El parche que improvisamos se perderá durante la próxima muda y sólo notaremos la presencia de una cicatriz justo donde la tarántula se hirió. Debemos procurar no manipular en absoluto nuestro ejemplar hasta que realice su muda y quede restaurada.

Hernias. En ocasiones se encuentran tarántulas que presentan un pequeño bulto o chipote en el abdomen (opistosoma). Este chipote puede presentarse en la región dorsal o ventral y suele ser un poco rígida. Las causas reales de la formación de estos abultamientos pueden ser variadas y van desde una mala cicatrización de una herida, exceso en la alimentación, irritación constante de la zona afectada o abrasión con algún ornamento o el mismo sustrato.

Esta afección suele presentarse principalmente en especies terrestres con abdómenes muy pronunciados y en exceso obesos. Se debe tener mucho cuidado cuándo un ejemplar presenta uno de estos abultamientos, pues estos pueden reventar haciendo una herida letal en el abdomen y causando por ende la muerte del ejemplar. El riesgo más grave se da al momento de la muda, cuándo el líquido que ablanda la parte interna de la cutícula del exoesqueleto ocasiona que esta hernia pueda reventar más fácilmente debido a la presión que la tarántula ejerce para liberarse de su antiguo exoesqueleto.

No existe un tratamiento como tal para esta afección que ocasiona normalmente la muerte del ejemplar. Sin embargo, si existen acciones preventivas que pueden ayudar a que esta hernia desaparezca en la próxima muda o regrese a su posición normal. Lo primero es no dar de comer en exceso, si los animales que la llegan a presentar tienen un abdomen muy abultado se debe suspender la alimentación hasta que el abdomen vaya perdiendo volumen. Se debe evitar colocar sustratos u ornamentos que puedan ser abrasivos con el exoesqueleto, no es recomendable usar rocas porosas, troncos muy ásperos o sustratos muy duros.

Existen algunos autores que recomiendan el uso de glicerina cuándo se detecta que el animal esta próximo a mudar, la glicerina ocasiona que el exoesqueleto se ablande un poco y tenga mayor flexibilidad ayudando a evitar que haya rupturas por un exceso de presión durante la muda.

Hernia observada en la parte ventral.
Anestesia para cirugía y retirar la hernia.

Otros padecimientos.

Síndrome discinético. Es una rara afección que ocasiona disturbios en el sistema nervioso y muscular de las tarántulas. Casi nada se conoce de este padecimiento aparte de sus sintomatologías. Los animales que lo llegan a presentar presentan movimientos temblorosos y esporádicos. No pueden controlar sus movimientos corporales, eventualmente las tarántulas dejan de comer y hacer actividades. La muerte en ejemplares que presentan estos síntomas es inminente.

A pesar de no saber las posibles causas, algunos científicos y aficionaos, creen que la causa de este síndrome podría ser algún tipo de bacteria o virus. Pues realmente es una enfermedad de reciente aparición, se le ve con mucha más frecuencia en Europa y muy pocas veces aquí en América. En un principio se creía que afectaba sólo a las especies terrestres, pero se ha visto que afecta también a las arborícolas, aparentemente con una fatalidad mayor. Las especies terrestres pueden tardar más en morir y presentar los síntomas, pero en las especies arborícolas se ha sabido de ejemplares que no presentan síntomas muy evidentes y fallecen de un día a otro. Algunos estudios histológicos únicamente han encontrado presencia de algunas bacterias y micosporidium en ejemplares que desarrollan este síndrome. Pero las conjeturas apuntan más a que es muy probable que se trate de una infección viral.

Lo cierto es que, si llegamos a observar que uno de nuestros ejemplares presenta signos de este síndrome, es mejor aislarlo inmediatamente, sanear el área alrededor de su terrario, no entrar en contacto con los ejemplares sanos, sacrificar al animal y de ser posible llevarlo a una institución para que le puedan hacer análisis histológico y observaciones.

Los ejemplares con Síndrome Discinético suelen presentar movimientos erráticos.
La falta de control del cuerpo puede provocar la muerte del ejemplar. Incluso mudar es mas peligros y puede perder extremedidades.