Manejo y Cuidado
Lo primero es la casa.
Las tarántulas generalmente habitan en las latitudes medias del planeta distribuyéndose principalmente en las regiones tropicales, subtropicales y semiáridas. Es común que especies de los géneros Aphonopelma, Grammostola o Pterinochilus se encuentren en zonas más secas. No obstante, esto no significa que las tarántulas deban mantenerse en encierros completamente secos. Si bien las condiciones ambientales en su área de distribución son cálidas y secas en cierta temporalidad, el interior de sus madrigueras es más confortable y con una humedad relativa más elevada que la del ambiente a su alrededor. Hacia las zonas tropicales que son más cálidas y húmedas es más común encontrar géneros de especies adaptadas a la vida arbórea tal como Avicularia, Caribena, Psalmopoeus, Stromatopelma, Phormingochilus u Omothymus, o gran variedad de especies terrestres como Xenesthis, Pamphobeteus, Acanthoscurria, Cyriopagopus, Tliltocatl, Chilobrachys o Theraphosa. Es importante destacar que no todas las especies dentro de un mismo género proceden del mismo tipo de ambiente, por lo que es necesario conocer las características del hábitat en que se desarrolla cada especie que se mantiene en cautiverio y su estacionalidad. Esto es particularmente importante en especies que se buscan reproducir en cautividad. A pesar de esto, la experiencia empírica adquirida a través de los años en el hobby demuestra la gran adaptabilidad de las tarántulas en cautiverio, pudiendo mantenerse la gran mayoría bajo condiciones generales similares. Especialmente aquellas que llevan tiempo siendo criadas en cautiverio.




Es así que podemos reconocer algunas condiciones generales necesarias para poder mantener casi cualquier tipo de tarántula en cautiverio. Los terrarios pueden ser muy variados de acuerdo a las necesidades del ejemplar o presupuesto, pueden ir desde peceras, frascos, contenedores de plástico e inclusive recipientes de acrílico o cristal hechos a la medida. No obstante la forma o tamaño, estos contenedores deben poder cerrar de forma segura para evitar escapes y contar con una buena ventilación con agujeros o rejillas que permitan el libre flujo de aire. Pero que también impidan fugas de los ejemplares más pequeños y eviten lesiones en las patas o quelíceros de las tarántulas más grandes. Estos recipientes deberán ser orientados de manera horizontal en el caso de ser destinados para especies terrestres y ser colocados de manera vertical en el caso de las especies arborícolas. Se pueden utilizar recipientes plásticos, cortezas u otros materiales como sustitutos de madriguera, siempre y cuando el tamaño sea suficiente para albergar dentro a la tarántula. En el caso de cortezas, la más recomendable es la de alcornoque debido a su ligereza, forma y resistencia a la podredumbre. Es preferible evitar el uso de cortezas muy frescas de pinos y otras plantas resinosas, pues estás resinas suelen ser tóxicas para los artrópodos. El terrario puede ser adornado, con plantas plásticas o naturales (a excepción de cactáceas o plantas espinosas), troncos sin partes puntiagudas, o con pequeñas rocas, pero deberá mantenerse mínimamente ornamentado para facilitar la limpieza, alimentación y ubicación de los ejemplares dentro del terrario.
Sustrato. El sustrato (suelo o tierra) más recomendable es el peat moss, la fibra de coco, o una mezcla de ambos 50-50 (aunque el peat moss también puede ser mezclado con un poco de vermiculita). Es posible también utilizar tierra (preferentemente estéril) o una mezcla de suelos que simule el del hábitat de la especie que deseamos mantener. El sustrato en el caso de especies terrestres deberá tener 10 a 20cm de profundidad pues existen especies que son cavadoras y tenderán a hacer una madriguera. Mientras que para especies de hábitos arborícolas el sustrato puede tener menos de 10cm de profundidad, ya que estas especies tenderán a habitar dentro de su corteza o refugio vertical. Salvo algunos géneros como Psalmopoeus, Omothymus o Phormingochilus que aún siendo arborícolas en cautiverio pueden excavar en el peat moss para ampliar su refugio bajo la corteza en su terrario.
Temperatura. La mayoría de las tarántulas se desarrollan bien entre los 22 a 28°C, con un descenso por la noche de entre 18 a 20°C. Existen algunas especies que pueden requerir un periodo de bajas temperaturas de entre 15 a 18°C durante el invierno, aunque esto se realiza más con fines de reproducción y no es necesario para el mantenimiento y supervivencia de los ejemplares. Para poder mantener la temperatura adecuada en ciudades regularmente más frías, es posible utilizar placas o cables térmicos colocados en alguna de las paredes laterales del terrario. De tal manera que se genere un gradiente de temperatura y la tarántula pueda acercarse o alejarse de la fuente de calor según sus necesidades. Cuando se tienen grandes colecciones lo más adecuado es establecer un área o habitación para albergar los terrarios y mantener regulada la temperatura de toda la habitación utilizando algún sistema de calefacción. Los focos no son tan recomendables como fuente de calor puesto que pueden provocar resequedad ambiental e incluso deshidratación en algunas tarántulas. En algunos casos la radiación emitida por los focos puede ser muy intensa y provocar un sobrecalentamiento en el terrario y la tarántula en su interior. También la intensidad lumínica puede resultar molesta y estresante para tarántulas de hábitos nocturnos.
Iluminación. Las tarántulas no requieren ningún tipo de iluminación debido a que son de hábitos nocturnos y no les agrada mucho la luz. Sin embargo, es recomendable que puedan percibir los cambios entre el día y la noche para que puedan mantener adecuadamente su ritmo circadiano. Es importante evitar que al terrario le dé la luz directa del sol pues podría sobrecalentarse o provocar que alguna tarántula muera sofocada por el exceso de calor. Aunque la iluminación artificial no es indispensable para la supervivencia de las tarántulas en cautiverio si puede utilizarse en colecciones particulares o exhibiciones con la finalidad de poder apreciar mejor a nuestros ejemplares. En este caso, lo más recomendable es utilizar un tipo de iluminación que emita muy poca radiación térmica para evitar elevar la temperatura del terrario en demasía. Los tubos fluorescentes o la iluminación led suelen ser las más adecuadas para este propósito.
Humedad. Muchas de las especies de tarántulas que se encuentran en cautiverio pueden mantenerse entre el 50 al 80% de humedad ambiental. Sin embargo, no es necesario tener un higrómetro dentro del terrario para medir que la humedad se mantenga en un valor específico. Esta humedad relativa del ambiente se puede lograr humedeciendo el sustrato o utilizando recipientes de agua amplios que tengan una mayor superficie de evaporación. En el caso de especies arborícolas también se pueden rociar los troncos o paredes del terrario al menos una vez por semana. Si el contenedor posee una gran superficie de ventilación esta puede disminuirse cubriendo una parte de los orificios o rejillas con una envoltura de plástico, dejando por lo menos un tercio descubiertas para que siga existiendo buena circulación de aire en el terrario. Hay que tener cuidado en no mantener una humedad muy elevada y con poca ventilación, pues esto puede tener como consecuencia la proliferación de organismos indeseados como ácaros o fóridos.
Los adultos toleran mejor la humedad mínima o que el sustrato este más seco, pero las crías son más sensibles a la desecación, por lo que es recomendable mantenerlas siempre con el sustrato húmedo. Una forma sencilla de saber si la humedad es adecuada para nuestros ejemplares es tomar con los dedos un poco del sustrato que hallamos humedecido y presionarlo fuerte, si este no escurre agua entonces podemos considerar que la humedad que tiene es suficiente. Algunas especies pueden requerir alternar entre periodos de lluvias y secas, sobre todo para propiciar la puesta del ovisaco en hembras reproductoras. Es recomendable humedecer sólo la mitad del sustrato de los ejemplares adultos para que de esta forma la tarántula pueda desplazarse entre la zona más húmeda y seca de acuerdo a sus necesidades.




Agua. El balance hídrico es de suma importancia para las tarántulas, es necesario para actividades tan importantes como su locomoción. La mayoría de las tarántulas habita madrigueras en suelo o las fabrica debajo de rocas, troncos caídos o en oquedades de los árboles. Por lo general, estos refugios son recubiertos por seda que ayuda a mantener una humedad ambiental más elevada que la encontrada en el medio que la rodea. En ellos las tarántulas pasan la mayor parte del día protegidas del calor y la desecación, saliendo de ellas al atardecer y siendo más activas durante la noche. En cautiverio las tarántulas además de poder obtener agua a través del alimento, también pueden obtenerlo bebiendo directamente de un bebedero. Para esto es necesario colocar un recipiente 3 a 5cm de profundidad y lo suficientemente ancho como para que la tarántula pueda introducir su prosoma en él.
En algunos lugares como tiendas de mascota aún es común escuchar el error de que las tarántulas requieren de una esponja para beber agua. Esto es falso y a largo plazo más perjudicial que beneficioso. La esponja puede llenarse de bacterias u hongos, además de que difícilmente una tarántula podría beber de ella. También existe temor en algunas personas de que tarántulas jóvenes o incluso el alimento pueda ahogarse en el recipiente con agua, pero esto puede solucionarse poniendo pequeñas piedras o plantas de plástico que permitan escapar a cualquier tarántula o presa que caiga en el bebedero. Es también posible mantener tarántulas sin recipientes para agua, pero en este caso es preferible mantener bien hidratadas a sus presas para que puedan proveer de suficiente agua a nuestros ejemplares. En el caso de algunas especies de hábitos arborícolas que raramente bajan a nivel de suelo para beber o incluso para dar de beber a spiderlings, es recomendable rociar agua con aspersor en la seda cercana a los ejemplares o en las paredes del terrario donde queden gotas que puedan beber.
Manipulación. No son animales que deban estarse manipulando, son criaturas frágiles que pueden lastimarse en un descuido, por lo que siempre es recomendable manejarlas sólo si es estrictamente necesario. No suelen reconocer a las personas que las mantiene, por lo que pueden actuar de manera inesperada y defender su terrario al ser considerado como parte de su madriguera. Al ser manipuladas pueden sufrir daños por una caída inesperada o pueden provocar un accidente al morder inesperadamente a la persona que las manipula. Si bien el veneno de las tarántulas no es de importancia médica para las personas, la mordida si resulta dolorosa debido al tamaño de los colmillos. Se debe considerar que no todas las tarántulas permitirán ser manipuladas. Para comprobar si una tarántula esta a la defensiva se le puede tocar con un pincel ligeramente en su parte trasera, si esta se voltea hacia ti inmediatamente o se levanta mostrando sus colmillos es probable que se encuentre a la defensiva. La mayoría de las especies procedentes del continente americano poseen pelos irritantes sobre el abdomen que pueden causar una severa reacción (en algunas personas) de ardor en la piel, ojos y nariz, por lo que se debe ser cuidadoso si se pretende hacer una manipulación. La forma más segura de poder manipular una tarántula ya sea para realizar una inspección física o para ser transportada a otro terrario es colocarla en un recipiente de plástico transparente.
